Janez Brajkovic apuntaba a ser una de las grandes promesas del ciclismo europeo cuando se proclamó campeón del mundo sub23 de contrarreloj. Sin embargo, años después, tiró por la borda su progresión cuando dio positivo en un control antidopaje por metilhexaneamina. Esta sustancia, que tomó como un suplemento alimenticio por sus problemas de bulimia, le hizo hundirse aún más.
«Tomé este complemento, estaba contaminado pero era lo único que me podía llenar. Había días que no paraba de llorar. Estaba desesperado y deprimido», dijo en su momento. Tras el positivo que dio en julio de 2018 vio cómo su carrera se iba al traste.
Diez meses de sanción que le dejaron fuera de circulación, pero no fuera de sus entrenamientos. Tan duro se ha preparado para volver que, como muestra en su instagram, el estado de sus piernas asusta.
«Todo se trata de no joderlo ahora», escribió junto a una foto de su pierna antes del Tour de Croacia, su primera prueba tras el castigo.
Al final de su participación en la ronda croata mostró otra imagen de su pierna, esta llena de venas pero sin marcar tanto músculo. En la publicación, confiesa que corrió con una costilla rota debido a dos caídas en la penúltima etapa.