Amaury Sport Organisation (ASO), empresa francesa organizadora del Dakar, buscará recuperar a Argentina y Chile como sedes del rally más duro del mundo antes de decidir si mantiene la carrera en Sudamérica, aseguró hoy el director de la prueba, Etienne Lavigne.

El francés afirmó en una entrevista a la Agencia Efe que la prioridad de los organizadores es continuar en Sudamérica, donde se han celebrado las diez últimas ediciones del rally, pero que al mismo tiempo contemplan escenarios en otros continentes si vuelven a encontrar problemas.

«En los próximos meses vamos a visitar Chile, Argentina y otros países del continente para recuperar tendencias sobre una participación en el futuro. Sabemos que aquí en Perú hay un interés para mantener la competencia en 2020. Lo sabemos desde ya», comentó.

«Eso quiere decir que, entre hoy y finales de diciembre, necesitamos movernos para saber si hay un interés real e importante en los países. Esta mañana hemos hablado con Chile para saber si podemos visitarlos en octubre. De esta manera, estaremos en capacidad de anticipar», añadió.

Lavigne explicó que su objetivo es tener claro dónde se realizará el Dakar 2020 antes de que finalice la edición de 2019 para evitar los problemas atravesados este año, que obligaron a organizar la carrera por primera vez en un único país, Perú, tras no llegar a acuerdos con Argentina, Bolivia ni Chile.

«Hemos encontrado este año un contexto un poco complicado: nuevo presidente en Chile, con una política de austeridad; problemas económicos en Argentina muy fuertes, y en Bolivia es un poco la inexactitud por el futuro del Dakar en el país», relató.

El director del rally lamentó que, a pesar de haberse confirmado la sede única de Perú, con un «Dakar 100 % peruano», también hubo problemas, que se lograron solventar, y ahora la situación es «muy estable».

Lavigne indicó que espera entre 280 y 300 vehículos para el Dakar 2019, «una edición especial», que se celebrará del 6 al 17 de enero y tendrá como punto de partida y llegada la ciudad de Lima.

«Cada Dakar tiene su carácter propio. Cada año es diferente. La próxima edición será muy diferente a las otras. Son etapas más cortas, porque con la geografía de Perú no es posible armar etapa de 500 kilómetros. No es la idea», anticipó.

Reconoció que no es el mejor año del Dakar a nivel económico, pues no cuenta con el apoyo de tres países como sucedía en los años anteriores, pero garantizó que eso no restará espectáculo a la competición deportiva.

«Sabemos que sobre este punto, la edición de 2019 será un éxito», aseveró Lavigne, quien ya cuenta con la inscripción de más de sesenta motos y quads.

«Será muy intenso. Vamos a armar un Dakar difícil porque manejar un vehículo en las dunas es muy exigente físicamente y requiere concentración y navegación. A los pilotos que les guste navegar en las dunas, van a disfrutar mucho con esta edición», indicó.

El director de la carrera señaló que ya están trazadas seis de las diez etapas del próximo Dakar con un trabajo «fantástico» en conjunto con técnicos de los ministerios de Cultura y Ambiente para evitar que la carrera pase por áreas naturales protegidas o por zonas arqueológicas.

«Ayudamos mucho a la defensa y protección del patrimonio cultural peruano porque gracias a nuestra colaboración hemos descubierto más de 50 sitios de alto interés cultural», apuntó Lavigne.

Para calentar motores, más de 90 pilotos participarán este fin de semana en el Desafío Inca, uno de los Dakar Series, las pruebas preparatorias para correr el mítico raid, que se celebrará sobre las dunas del desierto de Ica, a 340 kilómetros al sur de Lima.

F/EFE