La carrera por el control de la Liga Departamental de Fútbol de Arequipa (Lidefa) aún no tiene fecha oficial, pero ya se juega con intensidad fuera de las canchas. Aunque se especula que las elecciones serán el sábado 7 de junio, en pleno feriado nacional, la pugna por el poder se centra en una acusación que remueve las estructuras del fútbol amateur: dejar fuera a la Liga Provincial de Camaná y con ello silenciar la candidatura de Miguel Ángel Mesías Zeballos, hijo del histórico dirigente Rubén Mesías Torres.
El heredero incómodo
Miguel Ángel Mesías no es un improvisado. Es actual miembro del directorio de la Liga Provincial de Camaná y cumple con todos los requisitos estatutarios para postular a la presidencia de la Lidefa. Sin embargo, su sola presencia como alternativa al actual oficialismo —liderado por José Emilio Bellido Orellana— ha provocado movimientos que, según denuncian desde Camaná, buscan bloquear su candidatura antes de que se realice la elección.
El mecanismo elegido: invalidar el voto de su liga.
La trampa del calendario
Zacarías Valdivia Colque, presidente de la Liga Provincial de Fútbol de Camaná, ha expuesto públicamente lo que considera una maniobra premeditada. Según relata, se le notificó a destiempo que la elección de su liga sería la primera en todo el sistema: el martes 22 de abril. Hasta ahí, nada irregular. Lo extraño empieza cuando se observa el cronograma completo: la presentación de listas se programó para el sábado 19 de abril, justo Sábado de Gloria; las tachas para el domingo 20, Domingo de Resurrección; y todo debía ejecutarse entre las 5:00 y las 7:00 de la tarde, cuando las oficinas de la Lidefa están cerradas.
“Yo avisé con anticipación que nuestras ligas de Samuel Pastor y Ocoña estaban en proceso de regularización ante Registros Públicos. Además, sabían que estoy delicado de salud y que viajo constantemente. Pese a eso, nos forzaron a cumplir un cronograma imposible, en días festivos y en horarios que ni ellos atienden. No se hizo elección, nos impusieron una junta transitoria, y perdimos el derecho a voto”, denuncia Valdivia.
¿Juego limpio o manipulación?
Valdivia sostiene que el verdadero objetivo es político: impedir que Miguel Mesías, un rostro nuevo con apellido histórico, participe en los comicios. En paralelo, señala que otras ligas provinciales tampoco estarían al día en Registros Públicos, pero curiosamente siguen en carrera. “En 2021, esas mismas ligas votaron sin estar al día. ¿Por qué ahora el trato es diferente?”, se pregunta.
Actualmente, las ligas provinciales habilitadas para votar serían cuatro: Arequipa, Islay, Caravelí y, de resolverse su situación, Camaná. El resto (Castilla, Caylloma y Condesuyos) estarían inhabilitadas por no tener sus distritales regularizadas. Sin embargo, ese criterio fue ignorado en elecciones anteriores, lo que refuerza las sospechas de parcialidad.
Valdivia asegura que ya se ha enviado un oficio a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) explicando la situación y solicitando que se reconozca la regularización de las tres ligas distritales de su jurisdicción. “Nos han respondido de forma preliminar y nos pidieron un segundo documento para oficializar la solicitud de voto. Vamos a presentarlo, porque no vamos a permitir que nos excluyan arbitrariamente”, señala.
Bellido, el poder detrás del tablero
José Emilio Bellido Orellana, presidente de la Lidefa desde 2021, ha sido cuestionado en el pasado por favorecer alianzas que consolidan su posición. En esas elecciones, todas las ligas —incluso las no regularizadas— votaron por él. Hoy, cuando algunas de esas ligas han perdido vigencia o no han subsanado su situación legal, la exigencia del cumplimiento estricto del reglamento parece aplicada selectivamente.
Ante el pedido de reconsideración del cronograma por parte de Camaná, la respuesta de Bellido fue tajante: “No”. Para Zacarías Valdivia, esa negativa confirma que la Lidefa no busca la transparencia ni la inclusión, sino preservar un statu quo. “Bellido no tiene la mínima intención de ayudar a las ligas en su formalización. Solo piensa en sus intereses”, sentenció.
Un sistema cerrado
Este caso vuelve a poner sobre la mesa los vicios del sistema electoral en el fútbol amateur peruano. Mientras las autoridades deportivas insisten en modernizar el balompié desde las bases, las ligas provinciales —donde nace el fútbol de barrio, de Copa Perú, de identidad local— siguen siendo manejadas con mecanismos opacos, presiones políticas y favoritismos.
Si el proceso electoral continúa sin corregir estas distorsiones, la elección del próximo presidente de la Lidefa podría estar manchada antes de que se emita el primer voto.
