Norteamérica organizará el Mundial de 2026, el primero con 48 selecciones, tras triunfar la candidatura conjunta de México, Estados Unidos y Canadá sobre la de Marruecos, en el Congreso de la FIFA celebrado este miércoles en Moscú.

En la votación electrónica, la candidatura conjunta norteamericana obtuvo 134 votos, por 65 de Marruecos y 3 abstenciones, entre los votos válidos de los 203 miembros que pudieron ejercer su derecho, ya que Ghana no se presentó al Congreso y los cuatro implicados en la elección más Puerto Rico, Guam e Islas Vírgenes, bajo administración estadounidense, tampoco pudieron hacerlo.

España, Eslovenia y Cuba fueron las tres únicas federaciones que se abstuvieron en la votación, en la que Irán emitió su voto a favor de que el Mundial no lo organizara ninguno de los dos proyectos, ya que la FIFA, que hizo públicos después los sufragios emitidos por cada asociación, permitió esta posibilidad.

En el caso de España la ausencia de su presidente, Luis Rubiales, se debió a su viaje a Krasnodar, lugar de concentración de la selección española, donde anunció la destitución del seleccionador, Julen Lopetegui, tras confirmarse que éste será el entrenador del Real Madrid para las tres próximas temporadas.

Rusia, que mañana inaugurará el Mundial que la FIFA le concedió hace diez años en una votación llena de polémica donde también eligió a Catar para 2022, dio su apoyo a la candidatura conjunta. Alemania, Portugal, Inglaterra, Colombia, Argentina, Uruguay y Paraguay.

Francia, Italia y Holanda, ya que la UEFA no unificó una postura para la elección, votaron a favor de Marruecos, como también hicieron Brasil, China y Catar, que tiene pendiente estudiar la posibilidad de que en su Mundial jueguen ya 48 selecciones. «El fútbol es el gran ganador hoy», indicó Carlos Cordeiro, presidente de la Federación de Estados Unidos, que agradeció el «privilegio de organizar el Mundial de 2026»

Al final, la poderosa candidatura norteamericana confirmó lo que ya había anticipado el grupo de evaluación que analizó la viabilidad de ambas propuestas y otorgó un 4 sobre 5 a la candidatura conjunta y 2.7 a la magrebí. Norteamérica ofrecía instalaciones ya en funcionamiento, más recursos y una proyección de beneficios casi el doble de la que esperaban alcanzar los marroquíes (14.300 millones de dólares frente a 7.200 millones).

Marruecos, que en su alegato final apeló al fuerte apoyo gubernamental, a la unanimidad entre su población y a la importancia que el fútbol tiene para el desarrollo del continente, no le sirvió siquiera la cercanía respecto a Europa, lo que favorecería los desplazamientos de aficionados europeos y la transmisiones televisivas.

La magnitud del Mundial de 48 selecciones, con la necesidad de contar con más de un centenar de campos de entrenamiento y la experiencia en la organización de grandes eventos también pesó a la hora de dar el voto, en una elección que, por primera vez, involucró a todo el Congreso y no a los miembros del comité ejecutivo.

La sede del Mundial de 2026 fue el punto estrella del 68 Congreso de la FIFA, en el que el presidente, el suizo Gianni Infantino confirmó que optará a la reelección en junio de 2019 en París y las asociaciones aprobaron un presupuesto de 6.560 millones de dólares para el ciclo 2019-22 que concluirá con el Mundial en Catar.

203 votos respaldaron estas cifras en una sesión donde no prosperó una propuesta de Palestina para modificar un artículo de los Estatutos de la FIFA (art. 3) referido a su compromiso a respetar los derechos humanos internacionalmente reconocidos y donde se escucharon peticiones para que haya compensación económica por derechos de formación en el fútbol femenino.

La voz del presidente ruso Vladimir Putin también resonó en el Expocentre de Moscú, al que acudió para dar la bienvenida al mundo del fútbol a Rusia, un país que «se mantiene fiel al principio de que el deporte está al margen de la política», según dijo.

F/EFE


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