TodoDxT – Arequipa. Una cuestión de tiempo. Así definía la situación Hernán Torres hace un mes y medio, en la víspera del Torneo Clausura.

La última oportunidad para que Melgar intente recuperar el paso perdido en los dos torneos anteriores comenzaba y no daba tregua ni espacio para procesos.

“No señor, aquí tenemos que conseguir los resultados. No podemos permitirnos un proceso porque el equipo debe aprender a jugar en el ruedo”, aseveraba el entrenador colombiano, que ya era consciente de que el ‘Dominó’, a estas alturas, necesitaba puntos antes que juego. El juego podía optimizarse en el camino, pero lo crucial era la tabla.

Se arrancó ganándole a Universitario en casa. Melgar tuvo chispazos de buen trato de balón que le alcanzaron para vencer sobre la hora. En la fecha 2, no cayó ante Ayacucho FC, otro de los candidatos al Clausura. La tercera jornada fue parecida a la 1.

El ‘León’ sacó las garras en momentos precisos que le dieron una ajustada victoria. Un Binacional de capa caída originó la primera goleada rojinegra del torneo. Melgar se comió al agonizante puneño. Un poco de suerte -y el mérito de nunca haber dejado de intentar- le volvieron a dar un triunfo al mistiano en casa. 2-1 frente a Sport Rosario. Se perdió con Sport Boys y se volvió a la vida ante Sporting Cristal en la Unsa.

Y es que Melgar no es una máquina de fútbol. No avasalla a sus rivales ni tampoco mantiene un rendimiento uniforme y regular a lo largo de 90 minutos. Para eso, se necesita tiempo de pretemporada. Melgar es un equipo nuevo, en parangón con la primera mitad del año.

Joel Sánchez, Christofer Gonzales y Tulio Etchemaite le han aumentado peligro a la propuesta de Torres. Patricio Arce está volviendo a ser el de antes, mientras que Alexis Arias es el volante central del año.

El plantel está a muerte con el entrenador y ese es otro mérito de él después de tantos ensayos fallidos y una mediocre actuación en el Torneo Apertura. Se reconoce la persistencia.

Por momentos, el juego asociado de Melgar desbarata a cualquier oponente. Por momentos, también, es intrascendente. La defensa ha alcanzado picos altos con la dupla que forman Paolo Fuentes y Jhon Narváez. A veces, también, se desordenan. La fórmula está lejos de ser perfecta pero alcanza para que el sueño del título esté más vivo que nunca.

Melgar está consiguiendo puntos, antes que aplausos, porque entiende que este 2018 está para remar desde abajo. “Aprender haciendo” es la clave de esta temporada.

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